martes, 12 de abril de 2011

Vivencias que no se olvidan.

Cabe mencionar los antecedentes para la mejor comprensión de la lectura:
-Mi mamá no estaba en casa, solo mi hermano y yo.
-Aquí vivía Isabel, empleada de mi mamá. Ella estaba en proceso de divorcio. 
-La noche anterior Isabel había salido de fiesta.
-Fabian es el nombre del ex-esposo de Isabel, ellos tienen un hijo llamado Santiago.
-Fabian e Isabel coincidieron en la fiesta, estuvieron juntos y tomaron. 



Era la mañana del 21 de marzo, yo me encontraba dormida después de pasar la mitad de la noche hablando por teléfono con un amigo. De pronto en medio de mi sueño comencé a escuchar un grito, era de auxilio, claramente distinguí la voz de Isabel. Era algo así como: "Ayúdame, Brenda, tiene un cuchillo".

Bajé rápidamente las escaleras hasta llegar a donde provenían los gritos, la cocina. Fue una escena terrible.
Estaban los dos tirados en el piso, a primera vista solo pude distinguir un cuchillo, sangre y dos cuerpos tratando de pelear por el cuchillo. 
Me espanté demasiado, realmente el miedo radicaba en el daño que le podían hacer a mi hermano.
Subí las escaleras evitando que mi hermano bajara, Isabel salió corriendo tras nosotros. Pronto llegamos a mi cuarto donde traté de tranquilizar la situación. Entre gritos me explicó que el quería suicidarse, por eso tenía el cuchillo, ella quería impedirlo, por eso estaban peleando por el cuchillo.

Abrió la puerta del cuarto y bajó corriendo, yo bajé tras de ella y encerré a mi hermano. Llegué a la cocina y no supe que hacer, el estaba tirado en el piso intentando hacer llegar el cuchillo a su brazo, ella trataba de detenerlo y gritaba sin parar "BRENDA DETENLO, QUITALE EL CUCHILLO". Abrí la puerta principal de mi casa, intenté pedir auxilio, nadie aparecía. 

Después de unos segundos decidí intervenir. Los brazos de el estaban por detrás de las patas de la alacena, pataleaba sin parar e Isabel trataba detener sus brazos. Con mis talones pateé sus piernas hasta dejarlas inmóviles, con mi rodilla golpeé las suyas y las sometí entre mis piernas, me puse en cuatro puntos y con la mano derecha traté de detener el cuchillo que tenía en su mano derecha, al primer intento solo logró lastimarme sangrando bastante mi dedo Volví a intentarlo y con mi brazo golpeé su mano que tenía el cuchillo, logré que lo soltara. Tomé el cuchillo y me alejé.

Estaba desesperada, enojada, confundida, hice que se levantara y se sentara, la cocina estaba completamente llena de sangre, por supuesto el también, comencé a gritarle terriblemente sus verdades, es un sujeto que no trabaja, tiene 23 años y es un mantenido por su madre que le consciente todo, que mas decirle que una verdad que duela.  Isabel gritaba y para callarla golpeé sus cabeza contra la pared.

Después de unos segundos logré que saliera de mi casa, no tenerlo aquí me tranquilizó. Ahora quedaba consolar el llanto de Isabel y de mi hermano. El volvió y se sentó en la puerta de la entrada, lo podía ver ya que tiene ventanillas de cristal esmeralizado, yo seguía muy nerviosa entonces el llamó al teléfono de la casa, contesté y aterrorizadamente le pedí que se fuera. Vi como se fue, sentí un enorme alivio.

Isabel estaba histérica llorando, mi hermano llorando de nervios y yo soportando las ganas de llorar de miedo.

Ahora se que el problema comenzó cuando el se ofreció a traer a Isabel a la casa y que ella le dijo que no. Logró entrar atrás de ella y por llamar la atención comenzó a cortarse con el cuchillo.

Desde aquél día no soporto verlo a la cara, es una conjugación entre miedo y odio. Y ella, le tengo compasión, a sus 18 años no sabe tomar ni una decisión.

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